Una novela excepcionalmente buena, y más siendo la primera del joven escritor Tom Rob Smith. El autor, que ha trabajado como guionista de series de televisión, demuestra un poder de sugestión y concreción sólo propio del cine. Así, por ejemplo, el primer capítulo alcanza en sólo 14 páginas unas cotas de tensión propias del mejor film de suspense, y una concreción típica de un reportaje de la BBC. De hecho, en estas catorce primeras hojas define de manera magistral lo que fue el régimen del terror que instauró el comunismo en Rusia. Es imposible decir más con menos palabras.
La trama del libro, salvo este primer capítulo, que describe la hambruna de los años 30, se desarrolla en la Rusia estalinista de 1953. Leo Demidov, héroe de guerra, debe protegerse del propio sistema, que instauró un régimen de represión sin igual en la historia de la humanidad. Todo ciudadano soviético debía temer a todos, incluso a los miembros de su propia familia, pues la denuncia de cualquiera, aun falsa y burda, podía suponer el arresto, la confinación en los campos de trabajo e incluso la muerte, del denunciado.
La tensión dramática de algunas escenas hace temblar al lector. Es de esas novelas que se leen con temor a lo que pueda pasar en la siguiente página.
La trama del libro, salvo este primer capítulo, que describe la hambruna de los años 30, se desarrolla en la Rusia estalinista de 1953. Leo Demidov, héroe de guerra, debe protegerse del propio sistema, que instauró un régimen de represión sin igual en la historia de la humanidad. Todo ciudadano soviético debía temer a todos, incluso a los miembros de su propia familia, pues la denuncia de cualquiera, aun falsa y burda, podía suponer el arresto, la confinación en los campos de trabajo e incluso la muerte, del denunciado.
La tensión dramática de algunas escenas hace temblar al lector. Es de esas novelas que se leen con temor a lo que pueda pasar en la siguiente página.
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