miércoles, 11 de febrero de 2009

Para ti la perra gorda


En 1870 el gobierno que siguió al exilio de Isabel II acuño una de las monedas más populares de la historia de España: diez céntimos de cobre que tenía en el reverso la figura de un león rampante, alegoría del entonces decadente imperio.
Tan chocante resultó la postura del animal que la gente empezó a decir que más que un león parecía un perro. El comentario cuajó y la moneda acabó llamándose perra gorda.
Se acunó otra de cinco céntimos, la perra chica.
Gracias a la popularidad de ambas monedas, perra acabó siendo sinónimo de dinero: tener o costar muchas perras.
Dio pie también a la expresión para ti la perra gorda, ideal para zanjar cualquier discusión.
Las monedas, chica y gorda, continuaron llamándose así hasta 1941 en que desaparecieron, aunque entonces ya no lucían ni leones ni perros.

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