Los pasados días 16, 17 y 18 de Abril se ha celebrado en nuestro Centro, organizado por el AMPA "Monte Horquera", un taller de Inteligencia Emocional.
Mª Trinidad Luque nos manda la siguiente colaboración en nuestro blog, donde nos transmite sus impresiones sobre el mismo.
Muchas gracias Mª Trinidad por tu colaboración:
Con intención de hacer
llegar a aquellas personas que, por cualquier razón, no pudieron asistir a este
taller, voy a intentar trasladaros, con todo mi interés en ello, cuanto
aprendimos y que, en mi modesta opinión, tanto ha gustado a los asistentes.
El campo de la “Inteligencia
Emocional” es muy amplio, reciente y, está lleno de utilidad en numerosos
ámbitos de nuestra vida. En este caso concreto, está enfocado a que, padres y
madres, eduquemos a nuestros hijos e hijas con “inteligencia emocional”, gestionando nuestras emociones de forma
inteligente en dicha tarea ardua y compleja.
Para cumplir con el
objetivo de trasladaros cuanto hemos vivido estos días, voy a redactar tres
partes, referidas cada una de ellas, a cada una de las sesiones desarrolladas.
Trataré, simplemente, de trasladar la información-formación recibida, porque lo
demás, es decir, las sensaciones, las emociones, las impresiones y los efectos
causados en la mayor parte de los asistentes, se quedan en nuestro interior.
Creo que la experiencia ha sido muy satisfactoria, provechosa y beneficiosa.
Hemos compartido inquietudes, diferencias, risas, alguna que otra lágrima,…, en
definitiva, hemos compartido nuestras emociones. Y, sobre todo, nos hemos
quedado con ganas de más, como se suele decir, nos hemos quedado con la miel en los labios. Por todo ello
y, a sabiendas que, emociones tenemos todos y todas, mas la mayoría, no las
utilizamos adecuadamente, no sabemos expresarlas en su medida, o tal vez,
simplemente, no sabemos casi nunca, qué es lo que estamos sintiendo a cada
momento, quiero acercaros una pequeña muestra de ello.
Sentir, nunca dejamos de
sentir, lo que ocurre es que no nos detenemos a analizar nuestras emociones, y
mucho menos, reflexionamos sobre ello, como tampoco las gestionamos de manera
correcta. Las prisas, el estrés, la sociedad en que vivimos, todo un cúmulo de
factores internos y externos, nos llevan en la mayoría de las ocasiones, a no
controlar aquello que sentimos. Y no es tanto el control sobre ellas, sino la
gestión de las mismas lo que debemos aprender, y que, nadie nos enseña. Pues de
esto se trata; la inteligencia emocional, no es controlar, es gestionar todo
cuanto sentimos y expresarlo con inteligencia, de tal forma que seamos sinceros
y honestos con nosotros mismos, haciéndolo con libertad, sin perturbar a nadie,
con la finalidad de que logremos el equilibrio emocional necesario para nuestra
felicidad. Somos nosotros, los padres y madres, los últimos responsables de la
educación de nuestros hijos e hijas. Es por ello que, deberíamos tener las
herramientas necesarias para dotarlos de las habilidades oportunas para que
manejen también sus emociones correctamente, con el objetivo mismo de que,
ellos también consigan su felicidad. Felicidad que, también incluye sus
emociones, sus inquietudes, sus intereses, etc. La felicidad de nuestros hijos
e hijas, no consiste en permitírselo todo, como tampoco consiste en ser
extremadamente autoritarios, ni mucho menos, actuar con indiferencia. Hay que
encontrar un equilibrio justo y adecuado para todos. Y, nada de esto, se podrá
lograr si no asumimos una regla de oro en este campo: “la sinceridad y
honestidad con uno mismo”.
Como introducción, creo
que os puede servir. Ahora, os dejo unas cuantas preguntas para que
reflexionéis, antes de la primera parte del taller:
¿Sabes lo que significa
“sinceridad”?, ¿y “honestidad”?. ¿Tienen tus emociones algo que ver en ello?.
¿Te dejas llevar por lo
que sientes?, ¿y en la relación con tu hijo o hija?. En su educación, ¿tienes
un objetivo claro y definido o, por el contrario, actúas según el momento?.
Para acompañar esta
primera reflexión, os voy a dejar la frase que la persona que ha impartido el
taller tenía en su pantalla de inicio de su ordenador, y dice así:
“Obra como si el fracaso fuera imposible y
tendrás el éxito asegurado. Borra todo pensamiento de que no lograrás tus
objetivos, sean materiales o espirituales. Sé valiente y no pongas límites a tu imaginación. No
seas un prisionero de tu pasado. Conviértete
en el arquitecto de tu vida”.
Robin Sharma.
En el siguiente enlace tenéis el dossier que se repartió a los asitentes al taller.
Balcón del Coach
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